La cromatografía es una técnica de laboratorio para separar compuestos dentro de una mezcla. Hay dos fases de cromatografía: la fase móvil y la estacionaria. La fase móvil es donde la mezcla se disuelve en un fluido (un gas, disolvente o agua) que luego se transporta a través de un sistema (por ejemplo, una columna o un tubo capilar) sobre el que se fija un material, que es la fase estacionaria.


Dentro de la mezcla, diferentes compuestos tienen diferentes afinidades por la fase estacionaria. Dependiendo de su interacción con el material en cuestión, estos compuestos pueden permanecer adheridos a ella por períodos más largos o más cortos. Por lo tanto, los compuestos en la mezcla se separan debido a que viajan a diferentes velocidades en el fluido móvil. Por ej, un compuesto que se une más fuertemente con la fase estacionaria se mueve más lento dentro de la fase móvil.

Hay muchos tipos diferentes de cromatografía: cromatografía de capa delgada (TLC), la cromatografía en papel (que son métodos planos), y los métodos basados en columnas, como la cromatografía líquida de alta eficacia (HPLC) y Cromatografía de gases (CG).


Los científicos forenses pueden realizar análisis de una amplia gama de compuestos, desde tinta y lápiz labial hasta explosivos utilizados en bombas. Como cada compuesto tiene un conjunto único de propiedades químicas, no existe una única técnica cromatográfica adecuada para todos los propósitos.

CROMATOGRAFIA PLANA
Las técnicas planas se utilizan para identificar sustancias como la tinta en los billetes (y para detectar la misma tinta en las manos de los ladrones) o falsificaciones, tintes y medicamentos. La cromatografía de capa delgada es una técnica comúnmente utilizada para este fin, en la que los analitos se extraen a través de un capa fina de fase estacionaria mediante acción capilar a diferentes velocidades, lo que permite una fácil identificación de los compuestos.

La ventaja de estas técnicas es que son rápidas y económicas. Sin embargo, las técnicas cromatográficas más complejas son mucho más adecuadas para aplicaciones forenses.

CROMATOGRAFIA LIQUIDA DE ALTA EFICACIA
En este método, la fase móvil se fuerza a través de la columna a alta presión en lugar de gotear a través de ella, como ocurre en otros métodos de cromatografía líquida. La muestra que debe analizarse se inyecta como un soluto en la fase móvil, por lo que la fase móvil actúa como disolvente.
Se usa principalmente para analizar el contenido de explosivos, detectar ciertas drogas y se ha utilizado en investigaciones sobre terrorismo, drogas cárteles, asesinatos y sindicatos del crimen organizado.

CROMATOGRAFIA DE GASES
Esta técnica utiliza una fase estacionaria líquida y una fase móvil gaseosa. En las investigaciones forenses, la cromatografía de gases se utiliza en la detección toxicológica para determinar si una persona fallecida ha ingerido drogas o alcohol antes de morir, o si ha sido envenenada. Se puede aplicar sobre sangre y fibras también.
Así mismo, se emplea en las investigaciones de incendios provocados, ya que en la mayoría de los casos éstos se inician con aceleradores como gasolina o kerosén, y la cromatografía de gases puede separar los componentes de hidrocarburos de estas sustancias.

CROMATOGRAFIA Y ESPECTOMETRIA DE MASAS
Un método eficaz para complementar las técnicas de cromatografía es la espectrometría de masas. Las muestras separadas mediante cromatografía se pueden pasar por el espectrómetro, que las clasifica por tamaño, lo que reduce el rango de posibles sustancias y permite una identificación precisa de las mismas. De esta manera, se pueden identificar una amplia gama de compuestos presentes en explosivos, drogas, etc.