En la granja de cuerpos de Australia, se llevó a cabo un estudio en el cual se observó un cuerpo durante 16 meses a través de una cámara, tomando imágenes cada 30 minutos durante el día. Y durante este período, el cuerpo se movió… y mucho!

El movimiento post-mortem es muy importante en la evaluación de la escena de la muerte, ya que la posición del cuerpo/restos ayudan a determinar la causa, forma y circunstancias. Una evaluación incorrecta de la escena puede conducir a que el perpetrador quede libre, o que se acuse a personas inocentes. El proceso de descomposición junto con alteraciones físicas (intervención de animales o insectos) pueden afectar la posición de la víctima, por lo que la investigadora Alyson Wilson emprendió la tarea de cuantificar el movimiento post-mortem.

El cuerpo objeto del estudio era un masculino de 50 años fallecido por causas naturales, el cual fue expuesto a la intemperie en posición supina dentro de una jaula, para evitar la interferencia de animales. Se inició el estudio 24 hs luego del fallecimiento, en el que no se llevó a cabo autopsia.

Se pudo observar lo siguiente:
- En la etapa temprana de descomposición, se presentaron más movimientos en las extremidades superiores por los efectos de la acumulación de gas en el estómago, lo que resulta en hinchazón en el abdomen.
- Una observación visual única fue que la extremidad superior izquierda se levantó completamente del suelo con el codo del donante cambiando a un ángulo de 90 grados con los dedos de la mano izquierda casi tocando el torso. (El estudio partió con los brazos extendidos paralelos a cada lado del cuerpo)
- En la etapa de descomposición avanzada son más activas las extremidades inferiores. En la momificación, el cuerpo se reduce a piel, cartílago y hueso. La causa probable del movimiento sería la pérdida de humedad, que hace que los ligamentos se sequen, y que los músculos y articulaciones se contraigan.

Estudio completo: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2589871X20300498